Colocar medio kilo de harina con una pizca de sal en forma de corona, poner en el centro 150 gramos de manteca cortada. Ir formando la masa. Agregar de a poco una taza de agua hasta obtener una masa lisa. Dejar descansar veinte minutos.
Estirar la masa hasta que tenga un centímetro de espesor. Untar con 50 gramos de manteca derretida, espolvorear con harina y doblar en tres. Estirar nuevamente la masa. Volver a untar con otros 50 gramos de manteca, espolvorear con harina y volver a doblar en tres. Dejar reposar en la heladera por 30 minutos. Estirar la masa nuevamente hasta que quede de unos 3 milímetros de espesor y cortar cuadrados de 8 centímetros.
Colocar dulce de membrillo en el centro de cada cuadrado. Pintar con agua alrededor del dulce de membrillo y cubrir con otro cuadrado de masa con las puntas superpuestas. Pellizcar de abajo la masa, presionando en los bordes para cerrar los pastelitos. Freír con abundante aceite o grasa que deberá estar tibia al momento de poner los pastelitos y luego caliente para que se doren., bañarlos frecuentemente con el aceite o grasa.
Para preparar un almíbar, poner en una cacerola 400 gramos de azúcar y cubrir con agua. Hervir durante unos minutos hasta que el almíbar apenas tome color. Pasar los pastelitos por el almíbar, retirar y servir.
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